Pre.... Preocupacional

Así sigue este camino, un poco de orina, un poco de sangre, me electrocutan un rato y por último me miden, pesan y te miran como si fueras uno de los toros de pura raza que se subastan en la rural.
Claramente antes de esto varias horas de ayuno con lo que me gusta desayunar, esperar varios colectivos porque iban todos llenos. Al principio parecía algo más que sencillo, me despierto lo más tarde posible porque mientras más tiempo pasas despierto te agarra más hambre, esa es mi teoría, cuando dormís no gastas energía. Después vamos a tomarnos el colectivo con un tiempo promedio de 40 minutos de viaje calculados para llegar a horario, ni un minuto más ni un minuto menos. Resulta que el mundo se despierta más que agitado y se le ocurre a todo el mundo salir a hacer trámites por lo que todo rebalsa. Los colectivos pasan y no paran. Sentís un poco de bronca pero en cierto punto tiene razón, no entra más nadie y después te quejas de que viajan todos apretados.
Después de dejar pasar a varios, creí que tenía la posta y pienso, "acá ya se acumuló mucha gente, si viene uno más o menos no va a parar, pero si me voy a una parada vacía, para que suba uno tal vez para" por eso emprendí camino y no había hecho dos cuadras cuando veo pasar un colectivo de la línea que me tenía que tomar con gente hasta la puerta. Cuando miro bien no era más ni menos que los mismos que estaban en la parada donde hace 5 minutos estaba esperando.
Intenté correrlo a la parada que me estaba dirigiendo pero no hubo caso, perdí uno más, eso me pasa por impaciente. Finalmente el próximo me dejó subir, iba más vacío podemos decir que viaje tranquilo, salvo que el tiempo me corría, pero los que no corrían eran los autos en las callen cuando nos aproximamos al microcentro.
Faltando unas 25 cuadras podía ver como íbamos a paso de hombre por las estrechas calles de Paraguay, con ganas de bajarme y caminar, porque aseguraba que "podía ir más rápido". Pero pensando en que no había desayunado me quedé sentado escuchando a los perros de la calle. Así pasaba el tiempo hasta que se hicieron las once, estaba todavía en el colectivo y tendría que haber estado en el ocupacional.
Después de bajarme y cruzar la avenida más ancha del mundo empecé a caminar lo más rápido posible, doblo a la derecha y le meto pata. En estas calles de veredas angostas caminas más pendiente de los autos que pasan por la calle que de la vereda misma, por lo que noto que mi colectivo había doblado en la misma calle, "me podría haber quedado sentado y me dejaba al frente", pero no era toda mi culpa, ese no era el camino habitual.
Así fue como llegué para que me inspeccionen una vez más de arriba, abajo, atrás y adelante.
Al parecer los muchachos de la llanura eléctrica o los que mantienen la llanura la pasan mal y se van a tomar toda la semanita para reflexionar como es el tema de la resurrección, así que por un lado me viene bien para empezar tranquilo cuando puedan revivir.

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